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Las bisagras de cazoleta son de las más utilizadas en todo tipo de muebles y sobre todo en muebles de cocina. Son invisibles desde fuera del mueble, cierran solas a partir de un cierto ángulo, son desmontables y regulables. Estas bisagras garantizan durabilidad a un precio muy asequible.
Hay diferentes tipos de bisagras de cazoleta dependiendo de cómo queramos instalar la puerta del mueble. Te damos algunas indicaciones para que puedas decidir la que necesitas.
Las bisagras de cazoleta tienen varios grados de apertura, las más comunes son las de 90 grados pero hay de muchos más grados, dependiendo de para qué se necesite nos encontramos con bisagras de 95, 105, 110, 135 y 180 grados.
Dependiendo del peso y tamaño de la puerta podemos elegir un diámetro u otro, para puertas más livianas como pueden ser las de los muebles del baño se suele utilizar un diámetro de 26 mm, para otro tipo de mobiliario y sobre todo para el conjunto de la cocina se utiliza un diámetro de 35 mm que es el que más se utiliza en todos los hogares.
Para la instalación de este tipo de bisagras se utiliza una fresa especial indicada para trabajar este tipo de elementos. también nos encontramos con dos tipos diferentes de fijaciones:
Con el uso continuado de apertura y cierre de las puertas las bisagras se pueden desajustar y por lo tanto quedar dañados los materiales, para solucionar esto hay también bisagras de cazoleta con freno que consiguen decelerar el cierre garantizando el mantenimiento y perdurabilidad de los materiales.
Las bisagras tienen unos tornillos regulables para adaptarlas verticalmente, horizontalmente y frontalmente, también podemos regular el tipo de presión que ejercen para que la puerta se cierre con la velocidad que decidamos.