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Una de las herramientas más comunes en cualquier casa o taller es el destornillador. Es una herramienta manual imprescindible para cualquier tipo de reparación o tarea de bricolaje. Su función es apretar y aflojar tornillos, generalmente de pequeño diámetro.
Los destornilladores constan de tres partes, el mango, el vástago y la punta. Se debe prestar atención a cada uno de estos componentes para saber el tipo de destornillador que vamos a necesitar.
En nuestra ferretería contamos con un catálogo de atornilladores y multipuntas de primeras marcas como Milwaukee, Stanley, Bahco o Wolfcraft.
Mango: es la parte por la que sujetamos la herramienta y donde se aplica la fuerza de torsión. Suele estar fabricado en PVC o algún tipo de resina plástica y a veces cubiertos de goma. Su diseño puede variar en función de la aplicación a la que estén destinados.
Vástago: es la barra de que une la punta con el mango y está fabricada en acero u otras aleaciones como cromo y vanadio que le otorgan una gran resistencia. Se fabrican en multitud de longitudes.
Punta: la punta o cabeza del destornillador es la que entra en contacto con el tornillo para hacerlo girar. Esta puede estar imantada para ayudar en la colocación del tornillo. Hay muchos tipos de puntas, tantas como cabezas de tornillo pero las más comunes son:
Independientemente de la punta que contengan los destornilladores pueden ser de diversos tipos, estos son los más habituales: